Nota al pie: ¿será que para Lanata, China o EEUU son mas respetuosos de los DDHH que Angola? ¿o será que los prejuicios occidentales pesan más a la hora de reflexionar sobre la durisima situación angoleña?
POLIKARPO
El secretario de
Comercio Interior, Guillermo Moreno, viajó a Angola, África. El viaje hubiera
pasado desapercibido si no fuera por la cobertura que hizo el periodista Jorge
Lanata en su inclasificable programa en Canal 13.
¿Hay algo más en
Angola que la caracterización que propuso Lanata (“petróleo, diamantes,
corrupción”)? ¿Para que viaja la presidenta? Para eso hay que sumergirse en los
datos de exportación / importación que eleva la aduana argentina respecto del
comercio africano. Los resultados son sorprendentes.
Tomando como
principio de la serie 1998, cuando la moneda argentina era muy poco competitiva
y la economía neoliberal en su apogeo, hasta 2011, las exportaciones hacia el
continente negro se multiplicaron 5,7 veces. No solo se vende más, sino que se
gana mucho. En 2011, el superávit con África representó el 55,2% del total del
superávit argentino. El saldo comercial de esos 14 años es abrumador: la
friolera de 34 mil millones de dólares para las arcas nacionales. Esto
representa el 71,1% de nuestras sólidas reservas en el BCRA (al 26 de abril de
2012).
Angola es una de
las estrellas de la ascendente galaxia africana. En el mismo periodo
(1998-2011) las exportaciones argentinas aumentaron 36,3 veces. El saldo comercial
es prácticamente idéntico a las expos, ya que en 14 años, Angola no vendió
absolutamente nada en 7 y casi nada otros 6.
¿Qué nos compra
África? Centralmente cereales y oleaginosas (20%) pero también productos no
tradicionales, como leches (5%), vehículos (4%), tubos y caños de acero (2%).
En el caso de Angola, el abanico de opciones es todavía más variado: aceite de
soja, arroz, grasas, tubos y caños, productos de molinería, carne de ave,
harina de trigo, pescados, bovinas y un detallado y largo etcétera.
En los 60, el
tercermundismo planteaba que Asia, África y América Latina eran el futuro. Si
la tendencia se sostiene, para la Argentina no se trata del futuro sino del
presente más inminente.
Exposición ante la
Asamblea Nacional angoleña
La presidente Cristina de Kirchner advirtió desde Angola
que en la Argentina "hay minorías" que buscan que el país vaya al
"desastre total" y reclamó más "respeto" por los gobiernos
que fueron elegidos por el voto popular, bajo un marco democrático, en uno de
sus puntos más destacado de la jornada que marcó el cierre de su visita oficial
al país africano.
Al disertar ante la Asamblea Nacional angoleña, lo que
equivale al Congreso nacional argentino, la mandataria resaltó algunas medidas
de su gestión y la del expresidente Néstor Kirchner, criticó a los banqueros
internacionales y exhortó a esos pequeños grupos, que no identificó, a evitar
el "enfrentamiento" entre argentinos. Por la tarde la jefa de Estado
visitó la feria que montó el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, donde
arengó a empresarios y luego de compartir una cena emprendió su regreso a
Buenos Aires.
Cristina inició su exposición con un repaso histórico de
la independencia argentina y la comparó con salida de los portugueses del país
africano 35 años atrás. Luego, comentó sus antiguas funciones legislativas y
celebró que entre los asambleístas angoleños haya "muchas mujeres".
En el tramo más duro del discurso reiteró su clásico
pedido de reformulación de la regulación internacional de los capitales
especulativos y fustigó a los banqueros, en referencia la crisis que todavía
golpea en Europa, y en particular al corralito financiero que sacude a España.
"El trabajo manual o intelectual es el que agrega valor. Es la figura del hombre
con sus manos los que crean riquezas y no los bancos que crean capas de
divisas, pero que cuando se las necesitan no están y son los Estados los que
tiene que salvar a los mercados", explicó la Presidente.
Según dijo, hay "responsabilidades que son
inherentes" del Estado como la regulación del trabajo, las inversiones
productivas, la educación, salud, ciencia y tecnología. "Es una rol
insustituible" del Estado, completó.
Cristina recordó ante los legisladores africanos el
proceso de desendeudamiento y la política derechos humanos que se encaró desde
la llegada del kirchnerismo al poder en 2003.
"No abocamos a agregar valor a nuestra producción,
al desendeudamiento, que había llevado a la Argentina la desastre del 2001.
Reestructuramos la deuda soberna, le pagamos al Fondo Monetario Internacional,
nos negamos a ingresar al ALCA porque somos sudamericanos, esa es nuestra
identidad", contó.
Y agregó: "Nos abocamos también a la defensa de los
derechos humanos, luego de una dictadura que arrasó con la vida de miles y
miles de jóvenes, tuvimos repatriación histórica".
Por último, lanzó la dura advertencia para esa
"minoría". "No hay posibilidad de desarrollo de un país sino se
respeta a los gobiernos democráticos surgidos de la voluntad popular, y eso
debe ser reafirmado una y otra vez, porque muchas veces son cantos de
sirenas", sostuvo.
"(En Argentina) hay minorías que logran enfrentar a
un país entre hermanos y esto es el punto de partida para el desastre total. Se
benefician unos pocos y se perjudica la mayoría, aún cuando creen representar a
intereses ajenos a su país", señaló la mandataria.
Oportunidades
Más temprano, durante un almuerzo que compartió con el
mandatario angoleño, José Eduardo Dos Santos, afirmó que "las
oportunidades de asociarnos son muy grandes. Tenemos una magnífica oportunidad
en un momento especial del mundo, en el que los antiguos colonizadores y hoy
modernos países desarrollados nos decían que era el modelo a seguir, y se ha
derrumbado estrepitosamente".
Al respecto agregó que "los gobiernos son para
lograr sociedades inclusivas y con salarios justos". "La rentabilidad
financiera disociada de la producción y del agregado de valor a bienes y
servicios, ha producido este crack financiero que se desploma sobre
nosotros".
Ante ese panorama, enfatizó que ambos países tienen
"una oportunidad de demostrarle al mundo que es posible otro modelo de
acumulación que no sea el de la renta financiera", ya que "el dinero
sólo, adentro de los bancos, no se reproduce, sino que tiene que salir e ir a
la industria, la agricultura, la ganadería y los servicios"
Además, la Presidente destacó la complementariedad
económica y política entre una Argentina "emergente" y una Angola
"en reconstrucción". "Podríamos decir que somos complementarios
en materia económica, en materia de petróleo y gas, pero también en materia
política, dado que Argentina es un país que está emergiendo y Angola está en
reconstrucción", dijo en el Palacio de Gobierno angoleño, en el encuentro
con su par angoleño y funcionarios de ese país.
En cuanto a las posibilidades futuras afirmó que
"Angola puede ser una excelente plataforma para que nuestros empresarios
internacionalicen y se asocien con sus pares angoleños para desarrollar
plataformas de producción".
Felicitaciones por la invesigacion sobre este pais y que que un domingo un ciudadano se dedique a publicar su punto de vista a la comunidad en general.
ResponderEliminarEn mi caso estuve mas atenido a la publicacion de la agenda parlamentaria y a la problematica de la infancia argentina que quieren reformularla cuando nunca entro en vigencia.
Ante todo muchas graicas por el reconocimiento, para mi es un honor poder compartir datos con todos, criticos y suscriptores. Le mando un abrazo y es bienvenido siempre!
ResponderEliminarAbsoluto Karadurismo, resulta qie Angola compra carne... en Paraguay y Uruguay ya que la de Argentina es muy cara.
ResponderEliminar¿le podemos vender leche? las exportaciones de ese producto están cerradas.
¿Trigo y Maíz? los cupos de exportación están limitados, perdimo incluso el mercado de Brasil.
Bueno, la industria Argentina no tiene nada para venderle a Angola, y de alimentos sólo podemos vender soja. Lamantable.
Diego parece no comprender el fenomeno de Angola... incluso mirando la pedorrada que hizo lanata algunas cosas podes captar... Todo lo q sea alimentos y tb industria podemos vender!! estudia en vez de mirara a Zanata!
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