El 17 de Octubre de 1945, el pueblo obrero y trabajador hizo intérprete de sus demandas colectivas al Coronel Perón. El 17 de Octubre, el brillante político y militar nacionalista del 4 de junio de 1943 transmutaba en líder y conductor del programa de transformación revolucionaria más rico y progresivo de la historia argentina y latinoamericana. Juan Domingo Perón, el pueblo trabajador y el sector nacionalista de las FFAA, los tres pilares del movimiento nacional que junto al Estado empresario y ciertos elementos de la burguesía nacional constituyeron un frente de clases y sectores que rescató al país del modelo agro-exportador y lo insertó en una senda de verdadero desarrollo. Sesenta y seis años transcurrieron de aquella gesta histórica. Sesenta y seis años que hoy por hoy encuentran al país unido y libre, aunque transitando tal vez la más estratégica de las grandes disyuntivas nacionales surgidas desde 1810. El “milagro” de la Argentina granero del mundo está cercado y debilitado, mas no derrotado. Muchos creen que por lo hecho y lo consolidado el triunfo está garantizado. Nada más alejado de la experiencia histórica y la realidad. Los pilares económicos, jurídicos y constitucionales de las fuerzas internas y externas representantes del país satélite, si bien debilitados, continúan inalterados en sus cimientos. La profundización del modelo vigente resulta crucial para evitar el retorno de las vacas y los granos a Balcarce 50. En este sentido, una breve descripción de los principales logros de la revolución redistributiva de 1945 durante su primer lustro de vida quizás contribuya a dimensionar el poder bicentenario de quienes aún hoy se resisten a una nación que nos cobije a todos. ¿Cómo fue que habiendo logrado lo que se logró y avanzado lo que se avanzó, la reacción terminó por imponerse en 1955? Perón responderá al final.
ANTES Y DESPUÉS DEL 17 DE OCTUBRE.
ANTES Y DESPUÉS DEL 17 DE OCTUBRE.
-IAPI y nacionalización de servicios públicos: el Estado sale en defensa de los productores. La compra directa de granos por el Estado terminó con la explotación de la agricultura por parte de los monopolios internacionales. Asimismo, la nacionalización de los ferrocarriles, barcos, teléfonos, puertos, seguros, elevadores de granos, etc. termina con la ausencia de infraestructura y con los precios injustos (fijados por intereses foráneos) que atentaban contra la producción nacional y la acumulación de divisas. El importe de nuestras ventas al extranjero (en m$n) se duplica entre 1939 y 1948. El valor de las exportaciones de oleaginosas y subproductos pasa de $ 451 millones en 1943 a 3039 millones en 1947.
- Nacionalización de los servicios de gas: en 1943 todas las empresas de gas existentes en el país eran propiedad de particulares. En 1948, los servicios de gas pertenecen al Estado nacional. El total de clientes asciende de 216 mil en 1943 (restringidos en un 90% en la provincia de Buenos Aires) a 700 mil en 1951 distribuidos en la totalidad del país. Las cañerías pasan de 2,6 millones de metros a 3,253 millones en igual período.
- Ganancias privadas y pequeños ahorristas: mayores salarios y contribuciones para mejoras sociales apuntalaron un desenvolvimiento notable de los negocios en el país: en 1935, 1203 empresas reportaban ganancias netas de $ 119 millones; en 1946, las utilidades ascendieron a 1075 millones en 1946. En 1943, la cantidad de pequeños depositantes era de 2,470 millones; siete años más tarde, 5,348 millones de personas.
- Viviendas: en 1943, el Banco Hipotecario Nacional realizó 3961 préstamos acordados para la vivienda propia. En 1946, 8824 operaciones y 46.571 en 1948. Entre 1943 y 1949, se construyeron 24 barrios con un total de 22 mil viviendas solo en el Gran Buenos Aires. A nivel nacional fueron más de 35 mil viviendas.
- Tierras: en 1943 se cerraron 33.178 contratos para la entrega de tierras a pequeños agricultores por 6,5 millones de hectáreas. En 1949 los contratos habían ascendido a 188.405, por un total de 36 millones de ha. La superficie total colonizada hasta 1943 era de 1,9 millones de ha (62.130 personas radicadas). En 1951 la superficie había ascendido a 8,9 millones de ha (243 mil personas radicadas).
- Industrialización (índice industrias manufactureras. 1943 = base 100): en 1948, la producción de máquinas y aparatos eléctricos era de 245,5; el caucho y sus manufacturas un 576,5; metales y sus manufacturas un 201,8; vehículos y maquinarias 172,6, etc. La producción industrial pasó de 6 mil millones de pesos en 1943 a 16 mil millones en 1948. En igual período, la renta nacional saltó de 12 mil millones a 31 mil millones. En esos cinco años, los establecimientos industriales aumentaron en un 59% (de 65.803 a 104 mil).
JUSTICIA SOCIAL Y DEMOCRACIA DE VERDAD.
- Inversión social: en 1943, el Estado gastaba anualmente para servir al pueblo 1307 millones de pesos. En 1949, esa cifra había alcanzado los 4897 millones.
- Convenios y derechos de trabajo: entre 1947 y 1949 se firmaron 470 convenios de trabajo que beneficiaron a 2,9 millones de obreros. Se crean los Tribunales del Trabajo y los estatutos del Periodista Profesional y del Peón Rural. Se otorga la Pensión Inembargable a la Vejez en 1949.
- Jubilaciones y Régimen de Previsión: el 22 de noviembre de 1944 se crea la Caja de Jubilaciones de Empleados de Comercio. Hasta entonces, los empleados de comercio carecían de jubilación. Entre 1945 y mediados de 1949, 900 mil afiliados se encontraban garantizados. Con iguales propósitos y en 1944, se crea el Régimen de Previsión para el personal de la Industria y Afines. En 1950 contaba con 1.577.370 trabajadores afiliados. Los aportes provenían en un 11% de los patrones y en un 8% del salario de los trabajadores.
- Empleo fabril, mejoras sociales y políticas: obreros empleados en la industria pasaron de 452.307 en 1935 a 1.169.000 en 1948. Su retribución entre 1943 y 1948 se triplicó, esto sin incluir las siguientes mejoras sociales: jubilación, vacaciones pagas, subsidios por enfermedad, maternidad, indemnización por accidentes, etc. Tales medidas representaron en 1948 más del 50% del sueldo. Se pone en ejecución la verdadera democracia: los trabajadores intervienen en la función pública.
PROFUNDIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL.
De qué serviría la historia, si no fuera para comprendernos en ella, sentirla parte de nuestra vida y exigirle que nos provea la clave del porvenir? Aquí la pregunta que Jorge Abelardo Ramos se formulaba en su magistral Revolución y Contrarrevolución, al analizar el significado histórico, presente y futuro del 17 de Octubre. Nadie mejor que el mismo Perón para responderle, en palabras expresadas durante sus años de destierro y recogidas por Alberto Guerberof en Cambio de Mano: “Esta estructura oligárquica [la que lo derrocó] duró muchos años. Aún hoy subsiste. Deteriorada, pero todavía vigente. Yrigoyen no pudo con ella. La trabó, la enfrentó, pero a la postre, ellos acabaron con él. Hasta la Revolución de 1943, fue todopoderosa. Sólo nosotros logramos herirla de muerte. La herimos, pero no pudimos matarla. Prueba de ello es que hoy estamos aquí, y ellos allí, gobernando”. 17 de Octubre, Día de la Lealtad. Pero el avance y estado de la revolución kirchnerista exigen además de la anterior virtud, plena determinación y conciencia revolucionarias. No se trata de matar a nadie, sino de proseguir eliminando los pilares tradicionales de sustentación y supervivencia del frente del subdesarrollo. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, genial estadista y conductora del movimiento nacional, gobierna junto al pueblo. Que no deje de gobernar
FUENTE: http://tiempo.elargentino.com/notas/17-de-octubre-y-revolucion-nacional-bicentenario
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