miércoles, 5 de octubre de 2011

"Mejor que decir, es hacer" (IV): Plan Estratégico Industrial ARGENTINA 2020


¿Cómo no apoyar a este gobierno que está cumpliendo mi más profunda y antigua convicción: la industrialización? Somos granero del mundo, pero seremos también Taller, Aula y Laboratorio para el mundo. No se trata de ser "K" o "peronista", sino de poner toda la fuerza y todo el cariño por nuestro país al servicio de la meta más alta de realización histórica: su desarrollo económico, para sostener la soberanía política y profundizar la justicia social.

  • Más valor y más desarrollo
El Plan 2020 proyecta una industria manufacturera con mejor inserción internacional, sustentada en un mercado interno sólido, que pueda proveerse de insumos difundidos en forma adecuada y tenga acceso a un sistema financiero más profundo. Prevé aplicar una política de innovación más agresiva y mejorar la capacitación de la mano de obra. Para la producción de bienes con alto contenido tecnológico, pretende atraer a las grandes empresas multinacionales para que produzcan en el país. Pone mucho énfasis en la incorporación de valor a los productos primarios, mediante la regulación para desincentivar la exportación de producto “en crudo”, de manera de generar arraigo y desarrollo local. También indica que se debe forzar a las empresas mineras a aumentar la refinación local del material que extraen.
La capacidad de pensar la industria para los próximos diez años es fruto del proceso de crecimiento económico fuerte y sostenido que se verifica desde 2003. Ese contexto macroeconómico es señalado como uno de los “acuerdos” generales a sostener hasta 2020. “Un mercado interno con capacidad de compra es la base de una estructura productiva competitiva y diversificada, que permite la sustitución de importaciones y el salto exportador. Hace atractiva la inversión privada y permite escalas de producción competitivas. El camino es mantener la solidez macroeconómica proindustrial, una política de ingresos progresiva e inclusiva y evitando las importaciones desleales”, indica el documento del plan.
El crecimiento económico se explica fundamentalmente por el consumo de los trabajadores, de modo que sostener el esquema macro supone desplegar un sendero de salarios reales crecientes (algo que en el plan no se explicita) y, por lo tanto, una disminución relativa de las ganancias en el PIB. El plan 2020 descarta la posibilidad de desarrollar una industria como la del modelo asiático, que está basado en las exportaciones y no es inclusivo en lo social, algo impensable por criterios de equidad y por la larga tradición sindical argentina.
El camino entonces no es competir a través de bajos salarios. Pero para lograr sustentabilidad macroeconómica es indispensable holgura en el sector externo, para lo cual las exportaciones industriales son centrales. Eso supone un desafío para la inserción externa de la industria, ya que las manufacturas asiáticas, sobre todo en segmentos mano de obra intensivos, son tremendamente competitivas, tanto las que amenazan la producción local a través de las importaciones como en terceros países compitiendo con las exportaciones argentinas.
Para impulsar las exportaciones, el plan propone mejorar los instrumentos para financiar la producción y contempla la creación de nuevas herramientas. En el último tiempo han circulado versiones sobre la posibilidad de que el Gobierno cree un Banco de Desarrollo, proyecto que la ministra de Industria, Débora Giorgi, ya le entregó a la Presidenta. El Plan 2020 también indica que es necesaria “una agresiva política de incorporación de innovación, diseño y marketing”. “Que todo incentivo fiscal que se otorgue tenga como contraparte gasto en innovación”, pide. Con el mismo objeto de mejorar la competitividad, asegura que “se necesita desarrollar una política de abastecimiento de insumos difundidos de clase mundial” para que la industria local pueda proveerse en cantidad y a precios adecuados de aceros especiales e inoxidables, termoplásticos, químicos y pasta celulósica, entre otros.
La primera propuesta del plan para lograr “el salto exportador” es “profundizar la integración industrial regional en el Mercosur, Mercosur ampliado y Unasur, para construir una plataforma exportadora a extrazona”, ya que la enorme escala del mercado regional permitiría mejorar la competitividad de las empresas. La coordinación de políticas de incentivo industrial es algo difícil de concretar, pero parece tener más chances en este contexto político de mayor diálogo entre los distintos gobiernos. En el documento se pone como ejemplo a seguir la producción de autos, sembradoras y algunos bienes de capital, y asegura que existe potencialidad en cosechadoras, tractores, medicamentos, alimentos y línea blanca.
El Plan 2020 también señala la necesidad de aumentar las exportaciones a mercados no tradicionales (sur-sur), como en el caso de lo que sucede en equipos de GNC. Indica que en alimentos, maquinaria agrícola, bienes de capital y medicamentos eso se podría replicar. Son manufacturas con un piso de desarrollo local, intensivas en capital, que podrían competir con otros orígenes. A la vez, prevé incentivar las “exportaciones de productos con alto valor agregado a nichos en países desarrollados”, como vinos, quesos, calzado y confecciones, autos y autopartes, sembradoras y software.
En relación con los productos primarios plantea que su industrialización se puede realizar con “regulaciones, incentivos y precios adecuados que induzcan al productor primario para que aumente la oferta dirigida a la industria local”. También indica que se necesita “desarrollar una agresiva política para avanzar en el aprovechamiento industrial de los minerales, incentivando y/o exigiendo a las mineras el procesamiento local del material”.

  • Once foros sectoriales

 El libro que contiene el Plan Industrial 2020, presentado ayer por la presidenta Cristina Fernández, es el resultado de la reunión de once foros sectoriales, un proceso que comenzó a inicios de este año, en el que participaron más de 2500 personas entre empresarios, trabajadores, funcionarios e investigadores. De ahora en más, aseguran en el Ministerio de Industria, cada una de esas mesas “se institucionalizará” en el marco de la Secretaría de Industria, con reuniones periódicas para avanzar en las propuestas consensuadas para cada sector.
El libro está dividido en tres secciones. En la primera, se ilustra el crecimiento de la industria desde 2003, la segunda constituye el análisis diagnóstico, objetivos, estrategias y propuestas que surgieron de los foros sectoriales, y la tercera sección expresa nueve acuerdos generales que atraviesan todos los sectores, que jugarán como “la columna vertebral de la política industrial en los próximos 10 años”, expresa el documento.
Los sectores involucrados son alimentos; calzado, textiles y confecciones; madera, papel y muebles; materiales de construcción; bienes de capital; maquinaria agrícola; autos y autopartes; medicamentos; software y productos químicos y petroquímicos. Entre todos, explican el 80 por ciento del PBI industrial y más del 60 por ciento del empleo.
En términos generales, el objetivo planteado por el Gobierno es que la economía argentina crezca a un ritmo promedio anual del 5 por ciento y que el PBI industrial lo haga en el orden del 7 por ciento. En 2020 se pretende alcanzar exportaciones por 167 mil millones e importaciones por 139 mil millones de dólares y reducir la tasa de desempleo al 5 por ciento a partir de la creación de 1.500.000 puestos de trabajo en la industria. El objetivo es pasar de un nivel de inversión actual del 24 por ciento hasta el 28 por ciento en 2020 y sustituir el 45 por ciento de las importaciones actuales por producción nacional.
También hay objetivos específicos por sector. En el avícola, la producción crecerá un 91 por ciento hasta 2020 y se crearán 50 mil empleos. En lácteos, la producción avanzará un 76 por ciento, con 2 mil nuevos empleos, mientras que la producción porcina se incrementará 167 por ciento para alcanzar 30 mil empleos adicionales. Se fabricarán, según el plan, 200 millones de pares de calzado, que suponen 12 mil nuevos puestos de trabajo. En el caso de textil e indumentaria, la producción subirá 157 por ciento, con 250 mil nuevos empleos. El sector maderero avanzará 140 por ciento y creará 64 mil empleos.
En la trama automotriz y autopartista se prevé llegar a una producción anual de 1.900.000 autos, que generará 300 mil empleos. En maquinaria agrícola, la suba será de 265 por ciento, con 20 mil nuevos puestos, mientras que en bienes de capital el aumento previsto en la producción es de 290 por ciento y de 44 mil puestos. La fabricación de materiales de construcción crecerá un 90 por ciento con 44 mil puestos adicionales; el alza en química y petroquímica será de 124 por ciento y 75 mil empleos; medicamentos, de 174 por ciento y 30 mil empleos. Por último, software crecerá 184 por ciento y creará 74 mil empleos.

  • “Profundizar el proceso”

“Los foros plantearon un debate participativo y federal en los que hemos acordado una estrategia con todos los sectores productivos, que nos permitirá profundizar el proceso de reindustrialización iniciado en el país en 2003”, señaló la ministra de Industria, Débora Giorgi, en referencia a la presentación del Plan Estratégico Industrial 2020 que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Venado Tuerto. La funcionaria envió estas declaraciones a través de un comunicado, debido a que no pudo asistir al acto por problemas climáticos. La comitiva, que también incluyó al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y al presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega, se dirigía al lugar en un Fokker de la Fuerza Aérea pero, por no estar dadas las condiciones para su aterrizaje, el avión debió volver a Buenos Aires. Giorgi aseguró que el libro del Plan Estratégico contiene “las previsiones de crecimiento sectorial, los objetivos generales para la industria nacional y las medidas para alcanzarlos”. El texto reúne el análisis, diagnóstico, objetivos, estrategias y propuestas para once cadenas de valor surgidos de los foros sectoriales del Plan. “Este debate y las políticas planteadas en el libro nos permitirá capitalizar la oportunidades que nos brinda el mundo, como país emergente, en el nuevo contexto internacional”, concluyó la ministra.

 FUENTE: http://www.pagina12.com.ar/

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